Adquisición de idiomas en niños por edades

Avancemos en la exploración de la adquisición de idiomas en niños por edades. A medida que su cerebro se desarrolla, estos van adquiriendo más herramientas y el acompañamiento de los padres es fundamental. 

Así como lo vimos antes, la combinación de idiomas en el hogar puede dar lugar a ciertos retos. Hay una cierta “competencia” entre los idiomas donde el factor contextual (espacio de socialización fuera del hogar) y el de identidad personal son criterios clave. El desarrollo pues de la personalidad, la identidad y las capacidades sociales de los niños y niñas, influye directamente en la adquisición del idioma. Y esos tres aspectos, se van puliendo a través de las edades.

Niños de 0 a 3 años

A partir de los dos años -poco más o menos dependiendo de cada niño-, los niños empiezan a tener conversaciones, en las que están aprendiendo a navegar el idioma a su manera. Para ello, buscarán la validación de sus padres y cuidadores. En esta edad el niño: 

1 – Reconoce a qué se refiere cada palabra; los nombres de las cosas y los verbos referentes a actividades cotidianas. 

2 – Distinguen qué idiomas se hablan, aunque la noción de idioma es para ellos muy abstracta. “A papá le hablo así”. “A mamá le hablo así”. “En la guardería hablamos así”. “Con mis abuelos hablo así”. Y fácilmente pueden cambiar el idioma dependiendo del interlocutor. Empiezan a repetir expresiones cotidianas y a reconocer en qué momento usarlas. Pueden memorizar canciones y cantarlas. 

3- Empiezan a narrar sus experiencias. Con algunos sustantivos y verbos pueden describir lo que hacen, lo que quisieran hacer, lo que pasa con sus muñecos, lo que hace papá en la cocina.

Llegando a los 3 años, los niños pueden perfectamente entablar una conversación. En ella habrán múltiples errores gramaticales. Aquí sugerimos evitar corregir los errores, diciendo “así no”, “eso está mal dicho” y en vez de eso: repetir la oración de manera correcta, así:

Niño:  “Mamá trabajar no más” – Mamá: “Ah quisiste decir que mamá ya terminó de trabajar”

Aconsejamos escuchar a tus pequeños y responder a sus inquietudes y narrativas, esto les da seguridad para seguir aprendiendo el idioma. Adicionalmente, mantén una buena disposición para responder preguntas, por que a esta edad están sedientos por ampliar su vocabulario. 

Niños de 4 a 7 años

A los tres años, los niños terminan de construir su noción del “yo”, de manera que el proceso de desarrollo de su identidad se pone en marcha. Para los niños bilingües, la adquisición del lenguaje plantea unos retos y oportunidades adicionales:

1 – Piden y hacen uso de más herramientas de aprendizaje, como libros, audio-libros, cuentos, películas ajustadas a su edad, historietas, juegos de palabras, tarjetas de memoria, cuenta-cuentos, clases didácticas de idiomas. En ese momento se puede orientar a los niños hacia la adquisición de nuevas palabras y expresiones.

2 – Eligen intuitivamente un idioma sobre el otro. Esta elección se basa, principalmente, en el contexto. Los niños tienen la tendencia a priorizar el idioma que les permite ser autónomos. Es decir, aquel idioma que pueden hablar con el vecino, en la escuela, con su profesora, con sus amigos. Por lo que hay que tener paciencia y -así a veces cueste- aceptar que uno o los dos idiomas del hogar empiezan a verse ignorados.

3 – La consistencia es necesaria. Cada papá y mamá debe seguir hablando en su idioma materno, sin importar que el niño parezca no estar interesado. Pero, ¡Atención¡ hay que evitar obligar al niño a hablar en X idioma, así como evitar cohibir al niño de usar Y idioma. Eso no traerá sino aversión hacia X o hacia Y. La fluidez, confianza y sensación de ser aceptados en casa, es fundamental.

A los niños les encanta sentirse útiles, por lo que a veces juegan a traducir lo que dicen las partes en idiomas distintos. De ahí que la escolarización es clave: la confianza y autonomía de poder expresarse por sí mismas hará que ganen más fluidez en los idiomas. Adicionalmente, los hermanos mayores adquieren un rol de profesores de idiomas para sus hermanos menores.

Niños de 7 a 12 años

Esta edad trae quizá mayor reto para los padres que para los niños. La socialización en la escuela, sumado a la creación de un círculo social de amistad y juego para los niños facilita que se comuniquen en el idioma del contexto.

Sin embargo, es muy posible que en casa uno de los padres hable el idioma contexto, mientras que el otro no lo habla. Dado que la probabilidad de que el niño ya no quiera hablar más el idioma minoritario, la situación puede ocasionar que el padre/madre que habla el idioma minoritario se sienta rechazado o excluido. Por lo que es clave que se aprenda el idioma contexto con el objetivo de entender lo que los niños quieren decir.

La elección de un idioma sobre el otro, no significa que el menor quiera “herir” a uno de sus padres, o rechazar su lengua. Es un proceso propio de la construcción de su personalidad y de la manera como quiere estar en el mundo. Cómo quiere socializar. Qué preferencias personales tiene.

Cabe decir que, con el tiempo, las tareas del colegio van aumentando en dificultad, y si los padres quieren estar presentes en el acompañamiento educativo de sus hijos, tendrán que ser capaces de hacerlo en el idioma de enseñanza.  Es un trabajo en equipo que facilita la integración de los niños y de la familia.

Esto justifica además, mantener un espacio social multicultural y diverso, donde personas de distintos países y que hablen los idiomas de la familia estén en contacto y cercanía. Que la cotidianidad, la recreación, el aprendizaje, la cultura contenga los dos o tres idiomas, no hace sino reforzar en los niños su capacidad bi-multi lingüe, a la vez que los hace tener confianza y amor propio por su cultura y lenguaje.

Preadolescentes y adolescentes

Una etapa de pleno potencial, en el que los jóvenes quieren cada vez más tomar decisiones autónomas. En el mejor de los casos, el joven mantendrá la apertura hacia los dos idiomas del hogar y el del contexto. En el peor de los casos, él solo querrá hablar el idioma que habla con sus amigos. Esto tiene unos matices clave, que van más allá de los idiomas: la relación, la comunicación directa y respetuosa, y el ejemplo son importantísimos.

Como la obligación es la mejor manera de inspirar rechazo, lo mejor es darles plena libertad de elección. Sin embargo, leer, ver películas en los idiomas de la familia, tener material accesible y adecuado a sus intereses es sumamente relevante. Evitar insistir, pero mantener la disposición de practicar los idiomas disponibles en el hogar será fundamental.

¿Cursos de idiomas para niños y jóvenes?

En casos en los que se quiera reforzar uno de los idiomas del hogar; propiciar el aprendizaje de lectoescritura; mantener un espacio didáctico de práctica; diversificar las estrategias de adquisición del idioma; preparar al niño para un exámen; preparar al niño para un cambio de país: es recomendable tomar un curso de idiomas diseñado de acuerdo a la edad y necesidades de cada niño. En Hablea ofrecemos cursos desde los 5 años de edad. 

¿Curso de idiomas para los padres de hijos bilingües?

Una de las dificultades que enfrentan los padres es la lectoescritura, cuando el idioma de la escolarización es otro. Por lo que no está de más adquirir capacidades básicas de enseñanza del idioma materno para los padres. 

 

By Luisa Trujillo
@lutmadev