Usualmente escuchamos decir que los niñas y niños aprenden idiomas extranjeros fácilmente. Su proceso de aprendizaje nos sorprende, pues pareciera que memorizan vocabulario y usan la gramática casi sin darse cuenta. A continuación te compartiré 4 razones por las cuales los niños y niñas son buenos aprendiendo idiomas.
1. Aprenden casi sin darse cuenta
Los niños y niñas asumen el reto de aprender de forma diferente a cómo lo hacen los adultos. En realidad no piensan que es un reto, pues los más pequeños no se dan cuenta que está sucediendo. El proceso de aprender un idioma es consiente, es acerca de aprender reglas y vocabulario, similar a cómo todos los adultos aprender.
Por el contrario, adquirir un idioma es acerca de conocer gradualmente más acerca de éste, por ejemplo, a través de hablarlo constantemente, este proceso es subconsciente y es el resultado de la interacción con el idioma. Es precisamente en este proceso subconsciente de adquisición en el que los niños son muy buenos.
2. Identifican fácilmente los fonemas, es decir, los sonidos de un idioma
El cerebro de los bebes y niños más pequeños es el más activo de todos. Investigaciones sugieren que los niños está en la edad optima para aprender idiomas debido a la plasticidad de su cerebro, lo que hace que sea perceptivo y bien adaptado para desarrollar mecanismos de habla y consecuentemente la adquisición de idiomas.
De hecho, numerosas investigaciones desde los años 60s sustentan que la mejor edad para aprender idiomas es entre los 2 años y la pubertad ya que las posibilidades de adquirir exitosamente un segundo idioma es mucho mayor. Así mismo, los niños pequeños son casi genios para aprender un idioma extranjero, pues pueden identificar todos los sonidos de cada idioma a diferencia de los adultos, pues los adultos pueden identificar sólo los sonidos de su idioma materno.
3. No tienen miedo a equivocarse ¡aprenden de los errores!
Los adultos usualmente tienden a autocorregirse cuando hablan en un segundo idioma, ya que usan en el conocimiento preexistente en el idioma para asegurarse que no hayan errores cuando van a hablar, y luego, después de hacerlo tienden a corregirse aún más.
El Prof Stephen Krashen ha estudiado este proceso y ha desarrollado una hipótesis para explicarlo, él asegura que los adultos monitorean constantemente su discurso en un segundo idioma. Sin embargo, una persona que usa un segundo idioma exitosamente no hace uso excesivo del proceso de monitoreo, cómo usualmente lo hacen los adultos, pues quieren evitar momentos embarazosos. Por el contrario los niños no tienden a cohibirse o sentir timidez, por el contrario hablan libremente en un segundo idioma.
4. Tienen múltiples oportunidades para sumergirse en el idioma objetivo
Se puede decir que los niños y niñas tienen una ventaja desde el principio, pues empiezan su proceso de aprendizaje sin decidirlo por si mismos: se familiarizan con un segundo idioma en el colegio, a través de clases particulares o los padres les enseñan. Su proceso de aprendizaje se facilita increíblemente, pues los recursos y en el ambiente optimo de aprendizaje es una constante en sus vidas.
Precisamente, existen un sin número de oportunidades de aprendizaje no formal para que los niños aprendan, ofreciendo a los padres mayor flexibilidad para que sus hijos aprendan un segundo idioma sin mayores complicaciones logísticas. Por ejemplo, en Hablea ofrecemos clases personalizadas con tutores nativos en la plataforma virtual ZOOM, permitiendo mayor flexibilidad para agendar una clase sin importar donde se encuentren los niños. Explorar nuevas oportunidades de aprendizaje en línea es una excelente idea, pues desde la comodidad de casa o durante las vacaciones ¡ya no habrán excusas para perder una clase!